lunes, 25 de mayo de 2009

Impresiones sobre "Ponyo"

(Ebriedades)


Las ganas de hablar de Ponyo superan mi dejadez y mi baja estima con la escritura. Esto no es una crítica formal, son algunas impresiones (si no acertadas, os aseguro que bien sentidas). Vamos allá.


Comienzo con algo que ya ha dicho todo el mundo, pero a mi manera: Ponyo es la película más infantil de Miyazaki, con diferencia, pero eso no es para nada negativo. La ausencia de la riquísima “doble proyección” de sus películas (me refiero a las impresiones tanto para niños como para adultos) se compensa con una historia tan sincera y orgullosa de ser infantil que transporta a aquellos dispuestos a volver a la infancia, casi sin que quieras. Al fin y al cabo es lo que hace Miyazaki, no creo que haya nada más bonito en un animador de 68 años (cuyas cuatro últimas películas cosecharon un barroquismo lírico) que volver a sus inicios tanto formales (por el uso del lápiz en todo el proceso de la película y la sencillez del relato) como espirituales (la infancia idealizada). Hasta su forma de presentación y cierre ya nos dice que estamos ante un cuento, como una de esas fábulas ilustradas que se compran en las librerías.


De hecho (y reconozco que esto va dirigido a los detractores que sentencian a Ponyo con un “es que es muy infantil”), la película tiene algunos de los mejores momentos de toda la filmografía del director (ese travelling de Ponyo saltando sobre los peces persiguiendo al coche...).


No es cierto tampoco que el cineasta vuelva completamente a sus orígenes, algunas de estas secuencias derivan del derroche audiovisual de Mononoke, Chihiro y Howl (como la descrita en el paréntesis anterior). Es volver atrás con lo que te ha dejado el presente.


Sin embargo, algunos de esos momentos más sentidos son de una sencillez encantadora. Y ahí es donde estriba uno de los mejores hallazgos de la película: los sentimientos de los infantes, porque uno de los momentos más tristes para un niño es cuando cree que su mascota ha muerto, o cuando simplemente ha perdido el tesoro que ha encontrado esa misma mañana…


Hay otra cosa de Ponyo que me ha llamado la atención, y parece que soy unos de los pocos a los que le ha ocurrido esto. ¿Por qué me gusta tanto el personaje de Fuijimoto? El que sería el "malo" de la película, un tipejo que identifico con los brujos de los cuentos y que Miyazaki lleva a su terreno, otorgándole una misteriosa profundidad dramática que no desarrolla, perfectamente adaptada al tono desenfadado del film (de hecho es bastante humorístico, algo que siempre somos nosotros, los pobres desgraciados). Es como el primo lejano y tranquilo del Moriarty de Sherlock Holmes, pero sin tanta locura.


Si Miyazaki escribe su historia más infantil, Hisaishi sabe qué es lo que tiene que hacer:con la música: mayores recursos descriptivos y temas de personajes profusos e ilustrativos. El preludio que sirve de eje central, más allá del tema principal de Ponyo, el tema de la madre, el de Sosuke… son maravillosos y la forma en que la película pasa de unos a otros son de una soltura exquisita.

He aquí un ejemplo del buen hacer narrativo de la banda sonora: hay un momento en el que se superponen los temas de Ponyo y Sosuke para reflejar el grado de compenetración al que han llegado estos dos. Sencillo, claro y delicioso.



Y si Miyazaki se entrega al 100%, Hisaishi ya sabe que debe hacer lo mismo, quizás por eso, para engrandecer el sentido de fábula wagneriana Hisaishi recurre a los coros (recurso poco utilizado en sus composiciones), y hasta a una clara referencia valquiriana muy acertada, dado el nivel de surrealismo y el abrumador torrente imaginativo que llega a alcanzar la película.



En la resolución de la película, Miyazaki está a punto de desbordarse, pero el timón de su barco ya se dirige a buen puerto, dejando aquella resolución de El castillo ambulante en un descuido imaginativo. Eso sí, alguna que otra oleada nos la deja a nosotros para que le busquemos su cauce, como bien acostumbra.


Hasta aquí puedo decir. Adelante, llámenme infantil.



P.D: Si te ha gustado y quieres hacer alguna contribución puedes regalarme un peluchito de Ponyo.


3 comentarios:

Insanity dijo...

Sr.Chow :)
Le envío un peluche virtual, si no le molesta.
Y un abrazo verdadero; es muy bueno encontrarlo nuevamente. Espero se encuentre muy bien.
In

Anónimo dijo...

para nada es esta una obra menor del maestro, sino una fabula perfectamente llevada y que sabe dirigirse en todo momento a donde quiere: los sencillos sentimientos de los niños, como consigue que nos identifiquemos con ellos. una pelicula preciosa, y la musica, sublime.

un saludo carlos

shinjii dijo...

Sr chow: le contesto aquí por si no ha visto la respuesta EB mi blog: en libreriaflash.com tienen los 6 tomos de nausicaa. Hace unos meses también los vi en la tienda física. Suerte!